¡¡Ayer ganamos!!!!, ganó nuestra selección, síííí, ¡¡le ganamos a los gringos!!! Y sabe a gloria!! sobretodo por que en el partido anterior los goleamos (final de la copa de oro, México 5 - EUA 0), y según ellos fue por que no estaba el equipo titular, afirmaron que la revancha, la hora de la verdad, sería en el partido del 12 de Agosto, o sea ayer. Y para gusto nuestro y disgusto de ellos, repetimos la hazaña, les ganamos 2 a 1 y además fue un triunfo merecido, fuimos mejores, como se debe, en la cancha.
Hubo un doceavo jugador que creo que hizo la diferencia, ese doceavo jugador lo conformaron todos los que acudieron al estadio Azteca en representación de la nación entera, esos que no menguaron sus porras y canciones en ningún momento, esos que proclamaron eufóricos el gooooooooooooooooooool en las dos ocasiones en que anotamos!! jeje, y digo anotamos por que creo que es válido afirmalo así, los que somos ¨hinchas¨ de hueso tricolor, los que estamos con nuestra selección en las buenas y en las malas, los que nunca dejamos de creer, los que ahora apostamos por esta nueva generación, que ya sabe lo que es ser campeones, que ya no arrastra tantos complejos, que tiene buenas posiblidades de crecer, de mejorar el nivel de nuestro futbol, creo que nosotros podemos afirmar con toda legitimidad que también somos parte de la selección.
Y es que jugar contra los americanos es otra historia, el contexto de estos partidos va mucho, pero muuucho mas allá de un simple juego de futbol, hay tanto implicado en nuestra compleja relación con nuestros vecinos que es imposible no mezclar las cosas. La migración ¨obligada¨ de muchos de nuestros co-nacionales hacia ¨el otro lado¨ es un paisaje cotidiano, así como todas las historias de racismo y abuso que también son un importante elemento en esta historia, ese desdén, esa condición de ¨apestados¨ que nos han asignado, y que ni siquiera se esfuerzan por disimular, al contrario, con su afán de construir murallas y cazarnos cual conejos dejan muy claro cuales son sus sentimientos hacia nuestra raza. Y es imposible no sentir indignación e impotencia cuando nos meten un gol, cuando nos ganan, por que es en cierto modo un reflejo de la indignación e impotencia mayores que nos produce el trato de los americanos hacia nuestra nación. Por que encabrona saber que nos roban agua, que nos roban petróleo, que abusan de muchos de nuestros compatriotas, que somos títeres a su merced y que nuestros gobernantes solo agachan la cabeza y les limpian los zapatos.
Es por eso que en cada grito de ¨SI SE PUEDE¨, estamos, creo yo, diciendo no solo que podemos ganar un partido de futbol, es mucho mas que eso, es como una afirmación, un anuncio al resto del planeta, pero sobretodo a nosotros mismos, de que efectivamente, sí podemos ser mejores, sí podemos ganar, sí podemos aspirar a una vida mejor, sí podemos salir de ese yugo que nos ha oprimido por años, ese lastre de pobreza, desigualdad, corrupción e injusticia que hemos arrastrado desde siempre. Pero lo que más me gusta es el cambio de actitud que se ha venido gestando en los últimos tiempos, ese grito de ¨SI SE PUEDE¨ antes parecía una suplica, un ruego a todas las divinidades para que nos hicieran ¨el milagrito¨, y hoy, hoy es, exageradamente hablando, algo así como un grito de guerra, una declaración absoluta de que si se puede y no por que la suerte nos favorezca, sino por que tenemos todos los elementos para lograr lo que nos propongamos, por que poseemos el talento y las ganas para luchar por nuestras metas, por que ya nos cayó el veinte de que no somos menos que nadie, por que ya entendimos que si somos disciplinados y trabajamos en equipo podemos lograr cosas muy grandes, y al decir esto me refiero, obviamente a mucho más que solo anotar goles, es una batalla que todos podemos librar desde nuestras propias trincheras, dejando de ponernos trabas psicológicas a nosotros mismos, aprendiendo de nuestros errores, dejando de ser conformistas, dando el 100% en todo lo que hagamos.
Asi que: ¡Venga Equipo!! ¡Vamos México!! ¡¡Vamos a meterle muchos goles a la vida!! ¡Vamos, hay que regalarle muchos trofeos, muchas copas, muchas medallas, muchos triunfos a esta Gran Nación!! Ya no permitamos que nuestra inservible clase política nos defina, por que México somos tú y yo, México somos nosotros, la mayoría. Utilicemos el poder que nos da la colectividad, y hagamos la diferencia!! ¡Vamos a regalarle al mundo ciudadanos ejemplares!! ¡Vamos a sentirnos orgullosos del rostro que saludamos cada día en el espejo, por poseer la certeza de que se trata de un ser humano decente, honesto y trabajador!! No más bagatelas de espíritu, no más pensamientos mediocres, no más dudas sobre nuestro valor y capacidad, no más: ¨si se puede¨... si ocurre un milagro!
Yo solo espero que el sabor de esta pequeña gran victoria, nos inspire para seguir cocinando triunfos de calidad gourmet, espero que no olvidemos la agradable sensación de degustar la conquista de nuestros propios miedos y se nos vuelva un vicio sazonar la vida con éxitos.
Y es que jugar contra los americanos es otra historia, el contexto de estos partidos va mucho, pero muuucho mas allá de un simple juego de futbol, hay tanto implicado en nuestra compleja relación con nuestros vecinos que es imposible no mezclar las cosas. La migración ¨obligada¨ de muchos de nuestros co-nacionales hacia ¨el otro lado¨ es un paisaje cotidiano, así como todas las historias de racismo y abuso que también son un importante elemento en esta historia, ese desdén, esa condición de ¨apestados¨ que nos han asignado, y que ni siquiera se esfuerzan por disimular, al contrario, con su afán de construir murallas y cazarnos cual conejos dejan muy claro cuales son sus sentimientos hacia nuestra raza. Y es imposible no sentir indignación e impotencia cuando nos meten un gol, cuando nos ganan, por que es en cierto modo un reflejo de la indignación e impotencia mayores que nos produce el trato de los americanos hacia nuestra nación. Por que encabrona saber que nos roban agua, que nos roban petróleo, que abusan de muchos de nuestros compatriotas, que somos títeres a su merced y que nuestros gobernantes solo agachan la cabeza y les limpian los zapatos.
Es por eso que en cada grito de ¨SI SE PUEDE¨, estamos, creo yo, diciendo no solo que podemos ganar un partido de futbol, es mucho mas que eso, es como una afirmación, un anuncio al resto del planeta, pero sobretodo a nosotros mismos, de que efectivamente, sí podemos ser mejores, sí podemos ganar, sí podemos aspirar a una vida mejor, sí podemos salir de ese yugo que nos ha oprimido por años, ese lastre de pobreza, desigualdad, corrupción e injusticia que hemos arrastrado desde siempre. Pero lo que más me gusta es el cambio de actitud que se ha venido gestando en los últimos tiempos, ese grito de ¨SI SE PUEDE¨ antes parecía una suplica, un ruego a todas las divinidades para que nos hicieran ¨el milagrito¨, y hoy, hoy es, exageradamente hablando, algo así como un grito de guerra, una declaración absoluta de que si se puede y no por que la suerte nos favorezca, sino por que tenemos todos los elementos para lograr lo que nos propongamos, por que poseemos el talento y las ganas para luchar por nuestras metas, por que ya nos cayó el veinte de que no somos menos que nadie, por que ya entendimos que si somos disciplinados y trabajamos en equipo podemos lograr cosas muy grandes, y al decir esto me refiero, obviamente a mucho más que solo anotar goles, es una batalla que todos podemos librar desde nuestras propias trincheras, dejando de ponernos trabas psicológicas a nosotros mismos, aprendiendo de nuestros errores, dejando de ser conformistas, dando el 100% en todo lo que hagamos.
Asi que: ¡Venga Equipo!! ¡Vamos México!! ¡¡Vamos a meterle muchos goles a la vida!! ¡Vamos, hay que regalarle muchos trofeos, muchas copas, muchas medallas, muchos triunfos a esta Gran Nación!! Ya no permitamos que nuestra inservible clase política nos defina, por que México somos tú y yo, México somos nosotros, la mayoría. Utilicemos el poder que nos da la colectividad, y hagamos la diferencia!! ¡Vamos a regalarle al mundo ciudadanos ejemplares!! ¡Vamos a sentirnos orgullosos del rostro que saludamos cada día en el espejo, por poseer la certeza de que se trata de un ser humano decente, honesto y trabajador!! No más bagatelas de espíritu, no más pensamientos mediocres, no más dudas sobre nuestro valor y capacidad, no más: ¨si se puede¨... si ocurre un milagro!
Yo solo espero que el sabor de esta pequeña gran victoria, nos inspire para seguir cocinando triunfos de calidad gourmet, espero que no olvidemos la agradable sensación de degustar la conquista de nuestros propios miedos y se nos vuelva un vicio sazonar la vida con éxitos.
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