Que ganas de volverme
pequeñita, como almendrita, para instalarme en tu oído derecho y susurrarte
diez mil veces al día que tú vales un montón, que no te me achicopales, que nunca dejes de creer en ti.
Dispuesta estaría a
trabajar las 24 horas del día en tan noble ocupación…. Y entre momentos te
murmuraría que no estás sola y que si de algo sirve siempre voy a estar aquí para ti!
Si tan solo tuviera una varita mágica para desaparecer esas lágrimas!
Si tan solo tuviera una varita mágica para desaparecer esas lágrimas!
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