Aquí dejo la historia de la Tía Ofelia:
"Hay
gente con la que la vida se ensaña, gente que no tiene una mala racha sino una continua
sucesión de tormentas. Casi siempre esa gente se vuelve lacrimosa. Cuando
alguien la encuentra, se pone a contar sus desgracias, hasta que otra de sus
desgracias acaba siendo que nadie quiere encontrársela.
Esto
último no le pasó nunca a la tía Ofelia, porque a la tía Ofelia la vida la
cercó varias veces con su arbitrariedad y sus infortunios, pero ella jamás
abrumó a nadie con la historia de sus pesares. Dicen que fueron muchos, pero ni
siquiera se sabe cuántos, y menos las causas, porque ella se encargó de
borrarlos cada mañana del recuerdo ajeno.
Era
una mujer de brazos fuertes y expresión juguetona, tenía una risa clara y
contagiosa que supo soltar siempre en el momento adecuado. En cambio, nadie la
vio llorar jamás.
A
veces le dolían el aire y la tierra que pisaba, el sol del amanecer, la cuenca
de los ojos. Le dolían como un vértigo el recuerdo, y como la peor amenaza, el
futuro. Despertaba a media noche con la certidumbre de que se partiría en dos,
segura de que el dolor se la comería de golpe. Pero apenas había luz para
todos, ella se levantaba, se ponía la risa, se acomodaba el brillo en las
pestañas, y salía a encontrar a los demás como si los pesares la hicieran
flotar.
Nadie
se atrevió a compadecerla nunca. Era tan extravagante su fortaleza, que la
gente empezó a buscarla para pedirle ayuda. ¿Cuál era su secreto? ¿Quién
amparaba sus aflicciones? ¿De dónde sacaba el talento que la mantenía erguida
frente a las peores desgracias?
Un
día le contó su secreto a una mujer joven cuya pena parecía no tener remedio:
—Hay
muchas maneras de dividir a los seres humanos —le dijo—. Yo los divido entre
los que se arrugan para arriba y los que se arrugan para abajo, y quiero
pertenecer a los primeros. Quiero que mi cara de vieja no sea triste, quiero
tener las arrugas de la risa y llevármelas conmigo al otro mundo. Quién sabe lo
que habrá que enfrentar allá."
Mujeres de Ojos Grandes - Ángeles Mastretta
2 comentarios:
maravilloso libro...
lo he leido y releido varias veces...cada historia es uan ense
ñanza...y cada mujer vive en poco dentro de cada una...
hermoso post...
un abrazo
Que bello fragmento, creo que tendré que conseguir este libro, como siempre es un placer pasar por tu blog y ya vi que pasaste por el mio, gracias por los buenos deseos, mi corazon esta entonado, asi que hay que aprovechar, que tengas excelente inicio de semana...
Saludos
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