Dicen que siempre
hay un roto para un descocido.
Ellos son una muestra de la veracidad de esas palabras, comenzando por sus nombres:
Rufina y
Estanislao
Rufi y Tani
Mis vecinos
Desde que a ella
le diagnosticaron cáncer,
él la trata como
si fuera de cristal.
Verlos provoca una
ternura infinita, mezclada con una tristeza igual de infinita.
Y yo...
Yo me tuve que
disfrazar de cordura para evitar dar la media vuelta y abrazarlos a ambos.
Tuve que morderme la lengua para no maldecir, para no protestar por que la vida juega tan malas pasadas a gente que no se lo merece.
Tuve que morderme la lengua para no maldecir, para no protestar por que la vida juega tan malas pasadas a gente que no se lo merece.
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