Tu edad es de tan solo 2 años, 6 meses y 10 días, y a pesar de que tu vida es
tan corta aún, ya se pueden decir tantas cosas de ti, ya hay mil anécdotas que
contar!
Ciertas cosas ya eres tú chiquitín… Ese libro, esos grafitis, la comunidad de hormigas imaginarias que habita en la
cabecera de mi cama, tus migajas en mi carro, tu olor en mi ropa, tus
calcetines que siempre aparecen en todos lados, las figuras ficticias en el
techo, todo está impregnado a ti, todo lleva tu rubrica. Le has dado nuevos
nombres a todos los objetos y lugares de nuestro entorno, y justo ahora que no estás,
me doy cuenta de que fuimos nosotros los que adoptamos tu “lenguaje de bebé” y
ahora no puedo nombrar nada sin recordarte. Los peces también te extrañan, tu abuelita está
destrozada, igual que Teto, igual que yo.
¿Qué voy a hacer con todas esas películas infantiles? ¿Qué voy
a hacer con mis tardes, en las que manejaba a toda prisa después del trabajo para
llegar a verte? ¿Quién me va a despertar con un beso los fines de semana? ¿Con quién
voy a cantar a todo pulmón PAPARAPAPA EU EO? ¿Quién va a llorar cuando me voy y
a correr emocionado a mi encuentro cuando llego? ¿A quién voy a llevar a ver
las vacas? ¿Qué voy a hacer sin ti chaparrito, sin tu vocecita, sin tu sonrisa,
sin tus rabietas? ¿Cómo le hago para aguantarme mis ganas de llorar cuando
estoy en público? ¿Qué hago con estas lágrimas que se niegan a cesar? ¿Qué hago
sin ti mi chiquito, que hago?
¿Cómo estarás tú mi
cielito? Perdóname por fallarte, siempre me viste como tu salvadora y esta vez no pude hacer nada para evitar que te
llevaran.
Y ahora solo le ruego, hasta con la última molécula de mí
ser, a Dios, a la vida o a quien sea que tú estés bien, eso es todo lo que
quiero, nada más importa.
También deseo que sepas que eres lo que más AMO en esta
vida (que a veces nos da golpes tan bajos), y eso mi niño, ese amor inmenso
que siento por ti nunca va a cambiar, siempre va a estar aquí para ti.
Ojala que no me olvides, ojala que volvamos a estar juntos
aunque sea un poquito!
Me arrancaron el corazón, lo picaron en trocitos, lo frieron con
mantequilla y se lo comieron en la cena. Y además me obligaron a ver el
espectáculo. Me sentaron en esa silla a observar como mordían mis
recuerdos afectivos construidos con tanto esmero, como saboreaban mis
emociones adquiridas a fuerza de sentir y de amar mucho.
¡Toda esta masacre sin el menor remordimiento!
Hoy me arrancaron el corazón por que se llevaron el cachito más sagrado
de mi ser, me arrebataron el núcleo de mis alegrías, secuestraron el
latido de mi amor, raptaron la vida de mi vida.
Tuve que verlo partir, y el reflejo fantasma de un órgano inexistente
me hizo sentir un gran dolor en el hueco que dejó. En teoría, sin
corazón no debería haber sufrimiento, y sin embargo, ahí esta, una
pena lacerante y profunda que me envolvió en un océano de lágrimas. ¡No
sabía que podía llorar tanto!
Ahora estoy haciendo acopio de fuerzas para ir a mi refugio, sacar la
cajita que escondo bajo la cama y ponerme el corazón de repuesto que ahí
guardo.
¡Lástima que los corazones de repuesto son tan pequeños! Ahora tendre
que empezar de nuevo, me tomará mucho tiempo nutrirlo, alimentarlo,
hacerlo crecer.
Sigo preguntándome: ¿Qué voy a hacer sin mi cielito?
de esos en los que me siento visiblemente invisible...
por aquello de interpretar roles
de esos en los que me siento perpetuamente breve...
porque el tiempo vuela en este episodio, pero nunca se agota en la eternidad
de esos en los que me diluyo en lo insoluble...
pensé que era imposible adaptarme a esto
de esos en los que el sol no quema...
pero tuesta la piel
de esos en los que ni el inmenso mar me alcanza para hallar algo de paz...
¡¡y eso si que es novedad!!
de esos en los que lo impredecible se vuelve tan predecible...
me han golpeado algunos yunques en la cabeza y al parecer han acomodado
un poco el desorden mental…o es que han dejado más?
de esos en los que la incertidumbre se vuelve certeza...
¨y yo solo sé que no sé nada¨ (Sócrates)
Y a pesar de tanta confusión, de tanta contradicción, las cosas nunca
antes estuvieron tan claras, nunca antes tuvieron tanto sentido….
Y la rueda gira y gira... a veces estamos arriba, a veces estamos abajo…
El mundo jamás se detiene, mi pena le resulta ajena, igual que mi alegría...
Mientras unos ríen otros lloran…
Eterno
simulacro, teatro infinito, madejas de historias, ciclo sin fin, cuento de nunca acabar, somos
marionetas, estamos sujetos a los hilos del destino, somos todo un circo, espectáculo
de comediantes involuntarios, a veces pretendiendo ser indiferentes y sin
embargo inevitablemente entrelazados, tejiendo telarañas sin saber a quién
atraparemos, lanzando monedas al aire, apostando a ojos cerrados
Mientras charlabamos por el messenger, mientras te respondía vagamente con emoticones más que con palabras, mientras escuchaba de fondo ¨creep¨ de Radiohead, mientras contestaba el teléfono y escribía en el post-it: ¨you float like a feather in a beautiful world¨... mientras hacia esto y aquello mecánicamente, me asalto un pensamiento, todo se paralizó un segundo y despues comenzó su marcha de nuevo, pero más despacio, como en cámara lenta... Y la certeza me golpeó, me golpeó muy fuerte, me arrojo un mar de agua fría y me grito de manera ensordecedora que deje de hacerme ¨pendeja¨ que acepte que me he enamorado, sí, me he enamorado de ti...
¡¡Por Dios... hasta estoy temblando!!
Siento miedo, pánico, terror, horror, sensación de desamparo, angustia... P h i l O f O B i A!!
Re-leyendo mi primer post, me doy cuenta de que aunque han pasado casi tres años, gran parte de la confusión que plasme en aquel entonces, en aquel momento, sigue aqui. Es como un volcán dormido, aparentemente inofensivo, pero por dentro hay gran actividad, la lava hierve en mi mente, se cuela por el subconciente, aparece en los sueños y se vislumbra en las ideas. Solo espero que el magma acumulado no me vuelva loca, solo espero que la erupción no sea inminente.
El principal dilema que constantemente asoma en mi cabeza tiene que ver con las religiones y también tiene que ver con Dios... Y es que inevitablemente, para mi, son temas separados. Por que me niego a pensar que Dios tiene algo que ver con el lucro descarado, con la hipocresía cada vez mas expuesta, con el puritanismo y la intolerancia, con el agresivo proselitismo, que pueden encontrarse por toneladas en las religiones.
Aunque fui criada en una familia religiosa, a decir verdad, esto en vez de ayudarme a sentirme cerca de Dios, ha sembrado en mi muchas dudas y me ha dejado con esta sensación de desasosiego.
No me parece que Dios apruebe las divisiones, las guerras, los prejuicios e incluso los crímenes y hasta genocidios que se han cometido, se cometen y seguro se seguirán cometiendo en su nombre.
No me parece que Dios apruebe el enriquecimiento descarado de unos cuantos a consta de la fé de muchos.
No me parece que Dios apruebe que las religiones condenen terminantemente a todos aquellos que no comulgan con sus creencias. ¿Quién carajos creen que son para sentenciar a millones solo por que no comparten sus ideas?
No creo que Dios apruebe que se siembre el terror para obtener obediencia. Todo el cuento del infierno me parece un ardid ya muy gastado, un argumento que carece de sentido, sobretodo cuando al mismo tiempo nos quieren vender la imagen de un Dios amoroso y bueno. Estoy segura de que El, si es que exige obediencia, entonces debe preferir que sea por amor y no por temor. Es más, me parece que Dios debe sentir gran pesar al saber que la historia esta manchada con su nombre, por que han sido literalmente rios de sangre los que han corrido a lo largo de los siglos, en las llamadas ¨Guerras Santas¨, en la atroz ¨Santa Inquisición¨, en las múltiples matanzas por motivos religiosos, en el eterno conflicto del Medio Oriente que también navega bajo tintes religiosos.
¡Tal vez por eso estamos tan jodidos!! Tal vez por eso Dios prefirió dar la media vuelta y alejarse de tanta barbarie. O tal vez solo esta permitiendo que cosechemos las consecuencias de nuestros actos, que aprendamos de una vez por todas que no podemos seguir autodestruyendonos de esta manera.
Y es por estos motivos que la religión me da naúseas, me provoca urticaria y me genera un malestar general.
Lo más triste de este panorama es que me deja desolada, devastada, preguntándome: ¨Si las religiones no son el camino para llegar a Dios, entonces ¿Cómo hago para encontrarlo?
Pero a pesar de toda esta confusión, hay unas cuantas cosas que si tengo claras:
DIOS EXISTE. No se quién es, como es, ni que quiere de mí. Pero su existencia es tan cierta como la mía, tan absoluta como el universo, tan necesaria como el mismísimo aire que respiro.
LA FE, es tal vez la verdadera religión, el elemento más importante, la legítima autora de todo milagro. Incluso, creo que es la respuesta, el porque de muchas cosas. Por ilustrarlo de alguna forma: todos los milagros adjudicados a la enorme y sobrepoblada comunidad de santos, son, según yo, el resultado de sobresalientes actos de fé. Tal vez por eso el santo más milagroso para algunos, no significa nada para otros, quizás por que los primeros profesan una devoción monumental, mientras los segundos solo manifiestan una tibia duda. Y es que, como dice la Biblia: ¡¡"La fe del tamaño de un grano de moztaza, puede mover montañas"!! ¡Y en ese sentido lamento muchísimo no ser capaz de tener la fe ni siquiera del tamaño de un grano de mostaza! Si no puedo aspirar a poseer algo tan minúsculo, menos puedo pretender que se transforme en algo tan grande que sea capaz de trasladar montañas.
También creo que las reglas han sido dictadas desde el principio, algunos lo llaman "Karma", otros utilizan términos mas científicos y la llaman "Ley de Causa y Efecto" "Acción y Reacción", otros citando de la biblia afirman que lo "Que se Siembra se Cosecha", en fin hay mil maneras de decirlo, pero todo nos lleva al mismo principio básico, todas nuestras acciones tienen consecuencias, la vida de todos los seres humanos esta sutilmente entrelazada, y los errores individuales o colectivos, así como los aciertos, tienen un impacto inevitable. Y en ese sentido Dios ni siquiera necesita intervenir, bajo esa premisa, somos los únicos responsables de nuestra desgracia o de nuestra fortuna, somos los que decidimos que queremos segar, dependiendo de lo que decidamos sembrar. Asi de justo, asi de inapelable, solo así.
Y a pesar de todo, y a pesar de las dudas, y a pesar de no saber mucho sobre El, siento la necesidad de que forme parte de mi vida, siento el deseo de encontrar el camino que me conduzca hacia El, siento profunda gratitud por su creación y por la perfecta sabiduría e inquebrantable justicia con la que se conduce, también siento algo de decepción, por que en otras etapas de mi vida le rogue encarecidamente, desde el alma, que me permitiera conocerle y jamás ocurrió.
Y así, termino este post, en el mismo punto donde comence este blog, con muchas voces en mi cabeza, con la confusión de siempre y con esta canción, que significa tanto para mí y cuya letra expresa exactamente lo que le diría a El...