Pinky Promise

Esta tarde lo entendió… 

Estaba ahí mirando la tele y cosiendo por diezmilésima vez ese morral  del que prometió no deshacerse, cuando descubrió que le gusta coser… y no es que sepa hacerlo o que alguien le haya enseñado… pero se sentía relajada y extrañamente armónica mientras deslizaba el hilo y la aguja sobre la mullida tela…

Seguro si estuviera pensando en voz alta uno que otro se burlaría de su recién descubierta afición  pero ella se dio cuenta que aun cuando así fuera le importaba medio cacahuate la opinión del resto...

Y se prometió no volver a avergonzarse jamás de sus excéntricos y  poco convencionales gustos…

No temerá admitir que a veces prefiere quedarse en casa viendo una peli que ir a meterse a uno de estos sitios donde todos arrojan humo hasta por la orejas y protagonizan toda clase de patéticos espectáculos poniéndose ebrios y ridículamente cachondos… (Aunque observar ese show también es divertido de vez en cuando)…

Y si… ya no intentará convencer a nadie de sus razones… solo sonreirá como quien se sabe poseedora de un maravilloso secreto cada vez que alguien le cuestione cosas como… Por qué no te has casado? No quieres tener hijos? De verdad crees que eso de andar de hippie por la vida es una buena idea? Si tú siempre has sido tan centrada… que te pasó?.... Sonreirá y elevará una silenciosa plegaria para que la vida de su interlocutor sea aunque sea la mitad de lo feliz que es la suya….

Nunca volverá a guardarse sus radicales opiniones, siempre y cuando estas sean requeridas, aunque provoquen silencios incómodos y hagan que uno que otro puritano se santigüe horrorizado…

Se prometió que admitirá ante el mundo que a veces le da por escuchar rolitas dulzonas y cursis… y aunque su esencia es mayormente rockera, no es inmune a las melindrosas sensaciones que despiertan las cancioncitas rosas...

Y sí… también gritará ante el mundo que le gustan las películas raras, esas que te dejan con un metálico sabor a realidad… porque le parecen más honestas, más verosímiles….

Se prometió ser siempre fiel a sus instintos y vivir al compás de los latidos de su corazón…. Se prometió no permitir que nunca más alguien le diga que pensar, que creer o que sentir… Se prometió no volver a adaptarse a un molde en el que simplemente no cabe… Se prometió que nunca negará lo que es… o quién es… porque se siente orgullosa y satisfecha de circular en su  propia piel…..

Se prometió comprarse un gato o un perico. Se prometió seguir adquiriendo pijamas, calcetines y bufandas de colores, aunque su madre afirme que pronto no cabrá una pieza más en ese clóset…

Se prometió seguir hablando con el Sr. Del bote de avena, porque se parece a Rufi, porque es antiguo, porque parece bonachón y confiable y porque aunque no le responda una sola palabra le sonríe todo el tiempo.

Se prometió que seguirá cantando mientras conduce porque eso la hace feliz y le importa un cacahuate que el resto de los automovilistas la miren y la vuelvan a mirar… algunos con simpatía y una gran sonrisa, otros con una risita burlona y otros tantos con algo de envidia….

Se prometió que un día no muy lejano meterá todos sus temores en una cajita de madera y los arrojará a la primera fogata que encuentre y después correrá junto al chico que le gusta a confesarle que sus días se han vuelto más luminosos y felices desde que decidió dejarlo entrar en su vida... 

Se prometió que ya no volverá a imponerse cosas y nunca más cuestionará su esencia, sin importar si el resto del planeta comulga o difiere con lo que ella es...

Y seguirá admirando las sutilezas de la vida y sorprendiéndose como un niño que descubre el mundo por primera vez… por que las gotitas kamikaze, las puestas  de sol, el mar, las ruinas, los tréboles,  las estrellas, las nuevas sonrisas y toda la magia que destila la existencia siempre serán motivo de asombro y alegría….

Y aunque le digan que es imposible... se prometió vivir en su burbuja, habitando en un caos ordenado… Entre notas musicales, libros, películas, besos, abrazos, ilusiones, olor a vainilla y sabor a menta y chocolate….

Se prometió vivir la vida de tal forma que será recordada como "Aquélla... la que murió a causa de una sobredosis de felicidad”